Los DESEO(s) nos orientan, y DESEAR(los), implica una acción.
Para comprender y afirmar nuestras decisiones, debemos identificar de dónde vienen.
Siempre que tomamos decisiones para hacer algo y así lograr una meta, es necesario que al lograrlo experimentemos una “ganancia afectiva”, en otras palabras: lograr sentirme como pretendo hacerlo al alcanzar eso que quiero. Es por esto, que toda decisión(acción ) involucra una intención (deseo); Un deseo que me orienta a experimentar esa ganancia afectiva. Sin embargo, los deseos por si solos son únicamente sentimientos y para que pasen a nuestra realidad, es necesario DESEAR y desear, implica siempre una acción. Y…¿cómo elegir las mejores acciones para lograr eso que nace de un deseo?
Elegir cada acción entre varios planes posibles.
Asegúrate que toda acción que tomes sea una forma de expresarte a través de tus actos.
Asumir las responsabilidades que se derivarán de esas acciones.
Responder ¿para qué lo haré? ; ¿qué ganancia afectiva quiero obtener de ello? .
Deja un comentario